NO
a la bajada de presupuestos. SÍ a valorar el proyecto educativo.
Desde
los años 80 la gestión de la gran mayoría de las escuelas
infantiles públicas madrileñas ha tendido a la gestión indirecta
(gestión por privada a través de concesión del servicio
educativo). Esto supone que cada pocos años (tres en caso de nuestra
escuela/Amanecer, con otros tres posibles de prórroga ejecutables a
discreción de la autoridad pública competente) se
convoca un concurso público al que concurren habitualmente empresas
educativas. Esto es,
cooperativas de maestros y educadores con un proyecto educativo
propio. Muchos llevan años de experiencia en el sector de la
educación infantil, con lo que estos proyectos además de contar con
calidad docente, van avalados por el conocimiento práctico de la
realidad de los niños y el trato diario con los padres.
Esta
ha sido la dinámica habitual hasta que en los últimos años han
comenzado a concursar también empresas de servicios o creadas para
este fin poco antes de los concursos, con nula experiencia en este
sector, pero que ven en las escuelas públicas un filón de negocio.
Algunas son conocidas por estarse haciendo con la seguridad, la
gestión de las cocinas o la limpieza de los hospitales públicos
privatizados (Eulen, propietaria entre otras de las bodegas Vega
Sicilia o Clece, una filial de ACS, la empresa de Florentino Pérez…).
Su modo de proceder es el siguiente: compran un proyecto educativo a
algún profesional que se lo redacte a imitación de los proyectos de
las cooperativas de maestros y lo presentan con una bajada sustancial
de presupuesto.
Con
las nuevas condiciones para la adjudicación de las escuelas
públicas, quien hace la oferta de gestión económica más barata se
lleva 45 de los 100 puntos posibles.
Es decir, tirar los precios supone prácticamente asegurarse triunfar
en el concurso (actualmente el IPC es positivo. Si los precios de la
luz, agua, comida suben, ¿cómo se justifica una bajada de
presupuesto?). Cómo se lleva a cabo un proyecto tan barato, con una
dotación económica tan escasa, abre dudas razonables a los padres;
por ejemplo, hay constancia de escuelas en las que no se lavan los
baberos a diario sino semanalmente, contratación de personal
educativo en prácticas, ausencia de personal de apoyo por encima de
normativa (que ya es bastante exiguo, ya que sólo se contempla un
apoyo para toda la escuela), menor personal de limpieza y cocina…..
Una situación
escandalosa cuando se está hablando del cuidado de bebés y niños
de muy corta edad, donde el aseo y el trato han de ser muy
escrupulosos.
A
las autoridades públicas, sin embargo, esta situación no les
importa. Sólo ven un medio de aplicar recortes y de adjudicar
gestión a “empresas amigas”. En el caso de la Escuela Amanecer
ya sabemos que sólo para concurrir deben
bajar como poco un 19,30% del presupuesto actual (351.03 € frente a
los 434.96 €actuales). A partir de ahí la reducción adicional
para entrar a ser competitivo y obtener más puntos (esta reducción
no se verá reflejada en las cuotas que pagarán los padres,
únicamente en la aportación que da el ayuntamiento para la gestión
de la escuela). Pero
no olvidemos que cuando se reduce el presupuesto, esos recortes hay
que sacarlos de algún sitio. De entrada, supondría una bajada
salarial importante a los educadores que pasarían a cobrar por
convenio (901.92€ brutos), en la actualidad disfrutan de algunas
mejoras tanto económicas como sociales.
Dicho
de otra manera: los profesionales que cuidan de nuestros hijos en tan
delicada edad, condenados a un salario de miseria, con la rotación
de personal que ello conlleva. Además, para ajustarse al nuevo
presupuesto, en esta escuela habría que recortar el personal
existente, actualmente son 13 educadores, 1 teacher, 1 director, 2
cocineros y 2 personas de limpieza que consumen el 85% del
presupuesto del centro…. Si para licitar al concurso ya hay que
bajar un 19.3% y sobre eso los últimos concursos se están ganando
con bajadas entre un 14% y un 20%. Bajar un 33.30% supondría
evidentemente recortar del personal del centro.
Desde
aquí pedimos la supresión de estos recortes tan drásticos y el
aumento de la valoración del proyecto educativo frente a la dotación
presupuestaria para garantizar la óptima formación y cuidado de
nuestros pequeños. No porque sean nuestros hijos, sino porque son el
futuro de España. Contar
con una educación infantil pública segura y de calidad va en
beneficio de los niños y permite a los padres ejercitarse como
trabajadores con la tranquilidad de que sus hijos están en buenas
manos. Y eso NO TIENE PRECIO.
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